EUROPA
PRESS
30 marzo
2019
Los
valores nutricionales del tronco del brócoli. ¡No lo tires!
Expertos de +Brócoli instan a no tirar
el tronco de verduras como el brócoli porque esta parte también es rica en
nutrientes y refuerza el sistema inmunológico. En concreto, contiene
carbohidratos y proteínas, tiene mucha fibra y pocas grasas y es rico en
vitaminas B1, B2, B6, C, K, A, calcio y hierro
Además, según el organismo, puede ayudar a los diabéticos a
eliminar los daños causados en los vasos sanguíneos, unido a que en el trono se
encuentra una sustancia llamada sulforafano, un
antioxidante fitoquímico que tiene propiedades
inflamatorias.
"Básicamente, el tallo del brócoli tiene las mismas
propiedades que puede tener la cabeza, aunque en menor intensidad", ha
resumido la investigadora principal del Laboratorio de Fitoquímica
del Departamento de Ciencia y Tecnología de Alimentos del Centro de Edafología
y Biología Aplicada del Segura del Centro Superior de Investigaciones
Científicas, Cristina García-Viguera.
Además del aspecto nutricional, la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que cada año
se desperdician en el mundo 1.300 millones de toneladas de comida, un tercio de
la producción total.
Este desperdicio tiene relación directa con la vulneración
del derecho a la alimentación de muchas personas, según +Brócoli, que considera
que "con estas cifras, tirar a la basura el tronco del brócoli es un acto
de cierta irresponsabilidad".
Por otra parte la entidad aduce más motivos. En primer
lugar, dado que el agua es indispensable para el cultivo de alimentos,
desperdiciar vegetales también es derrochar agua; los alimentos que no se
consumen generan metano durante su descomposición, y el metano favorece el
cambio climático; la tierra que produce alimentos deshechados
podría ser utilizada para cultivos más aprovechables y, por último, la
producción de alimentos "muchas veces" acaba en deforestación
terrestre o agotamiento de la población marina.
"Sobre todo hay que tener en mente dos cosas: el
alimento orgánico no se debe desperdiciar porque siempre puede tener una
segunda vida en forma de 'compost' y, segundo, antes
de derrochar de esa manera siempre conviene hacer una compra más
comedida", ha explicado García-Viguera.
"Normalmente compramos en exceso, y ese es el verdadero
problema, pues deberíamos comprar solo lo que realmente nos vamos a
comer", ha concluido García-Viguera.